Nuestra historia
El impulso inicial que dio origen a los encuentros de biodinámica en nuestro país surgió gracias a un grupo de jóvenes que compartieron su entusiasmo y compromiso cuando regresaron del Encuentro Latinoamericano en Perú del 2013.
Hasta ese entonces, México tenía brotes de desarrollo de la ABD en diferentes localidades del país, sin embargo aún no existía una comunidad organizada. Fue entonces que el impulso de éstos jóvenes determinó que era tiempo de promover la cohesión y colaboración entre pioneros, estudiantes y aprendices, para que la biodinámica tomará un cauce positivo en México. Paralelamente, surgió la necesidad de abordar la biodinámica desde el punto de vista social, y por lo tanto, crear un punto de convergencia de las diferentes manifestaciones que había entonces en el país.
Así pues, el trabajo colectivo de individuos y organizaciones que inició en 2013-2014 dió origen al que sería el primer Encuentro Mexicano de Biodinámica. Durante el mismo, los participantes comprendimos la importancia de dar seguimiento y continuidad a estas jornadas, por lo que se tomó la decisión de rotar la sede de los siguientes encuentros para poder conocer otros proyectos, y permitir que la comunidad biodinámica en México creciera de forma orgánica.
Cabe mencionar que el primer rancho biodinámico del mundo es la Finca Irlanda, la cual se fundó en Tapachula, Chiapas en 1928 por la familia Peters. Esta finca, así como otras 10 empresas pioneras a nivel nacional, se han unido al movimiento, han apoyado, participado y colaborado en distintos encuentros y jornadas nacionales e internacionales para fundar una asociación biodinámica representante de México en el mundo.
Así es como en 2019, nace Impulso Biodinámico de México A.C., esta asociación es el sostén del desarrollo de ese tipo de agricultura en México, ya que tiene como objetivo ser punto de convergencia entre personas e iniciativas que sienten el llamado de sanar la tierra. Este llamado es un trabajo que requiere mucha voluntad y esfuerzo ya que es una magna labor aportar equilibrio a la tierra que ha sido devastada por un uso agrícola inadecuado. Es nuestra misión reconocer que esta tierra es nuestro sostén y nuestra fuente de nutrición y conexión con el mundo espiritual.